Vivienda unifamiliar en la costa de Almerimar, concebida como una ruina contemporánea, como si hubiera emergido del propio terreno inclinado que la sostiene.
Construida íntegramente en hormigón armado, integra estructura, cerramientos y acabados en una sola materia, perforada por huecos y oquedades que evocan muros erosionados. Sobre este fondo mineral, mármoles, maderas y fragmentos recuperados de otros proyectos aportan una riqueza casi arqueológica. Agua y vegetación actúan como materiales vivos, transformando con el tiempo una arquitectura que no busca ser nueva, sino sincera.